CUANDO LA VIDA TE PASA POR ENCIMA.

En estos días la vida discurre por encima de mi y me raspa como una de esas mantas viejas y malas que solo sirven para tapar muebles.

He perdido unas cuantas cosas en esta semana, la mayoría de ellas, conceptos abstractos, como la confianza, la fe en la justicia, en la libertad, en el estado de derecho... Me gustaría contar aquí que he ganado otras cosas, pero solo encuentro hoy una sensación agría y pesada que me aplasta y me hace sentirme pequeño, humillado, receptor de un hostion que no esperaba.

No os daré detalles, por que en realidad dan igual. Esta tarde iré a correr y buscaré un recorrido lejano, oculto, donde solo esté yo. Correre y correre, sé lo que sentiré. Espero poder gritar tan fuerte como me deje el aire, justo cuando el tren pase, como ya lo he hecho otras veces, hasta que el oxigeno no me llegue a la cabeza y durante un instante pueda sentirme de nuevo yo.

Hoy, estoy jodido y necesito correr. Lo necesito mas que nunca.

Son las 10 de la noche y 16,39 km acaban de pagar el pato, amen de los dos gritos hipohuracanados que acabo de meter en el centro justo de un parque oscuro y recondito. Ni tren, ni leches, no tenia tiempo de esperar.

Para demostrarme a mi mismo que la vida no tiene otro color que el del humor que le pongamos, aunque solo sea en estas horas intimas, me pongo aqui un video para animarme. Disfrutadlo, lo que teneis una edad, lo hareis. Me consta.