Estos días se habla mucho en los blogs sobre el correr desmesurado, sobre el correr masivo, el correr a tuti plen. Todos juntos, aborregados, como osos apandadores (esto se lo he plagiado al gitane, que tiene una gracia y una mala baba que se hace querer el jodío) y dandonos codazos y hostias sin remedio por ese segundo de gloria que nos otorgue el puesto 4536 y no nos haga sufrir el el oprobio de ser el 4537 o mas allá.
Y es que hay opiniones sobre esto de la masificación.
Yo, como soy de los que llevo menos de dos años corriedo populares, soy de de esa ultima hornada que sirve para masificar y hacer perder encanto (polémica 1) a esto de las carreras. Ademas contribuyo a llenar esas calles pequeñas de torpes y no permitir correr a los que de verdad hacen volar a esas asics del Decathlon tan brillantosas (polémica 2).
A más a más, por cienes y cienes de individuos (esta bien, esta bien, tambien hay alguna decena que otra de individuas) como un servidor, el coste de este popular deporte se esta poniendo cercano al del polo. Bueno, será de limon, pero polo al fin y al cabo.
Estupideces aparte, las carreras se podrían limitar de aforo, lo cual, comprendo que es una fascistada de bigotes, apartarlas de las firmas comerciales, que no se si aportan algo (polémica 3) y fomentarlas desde las administraciones publicas, que al fin y al cabo son las que cortan la calle. Hago excepcion de Bezoya y Lanjaron, que pondrian el agüita.
Como menos es mas, os pongo un video en el que se ve al final, como con mucho menos se puede hacer mucho mas. El escenario es la playa de Omaha, escenario del desembarco de normandía.