XX CROSS DE LA CUERDA LARGA

No se ni como ni cuando, el amigo Mayayo, me lió para apuntarme en esta carrera. Blando y debíl de espiritu, como siempre me declaró, cedí.

Me presento acompañado de mi Santa y Ron en el puerto de la Morcuera y tras los saludos y presentaciones me pongo a calibrar el ambiente.

Foto tomada en la subida hacia Navacerrada mientras amanecía. Cuando le meta un poquito de photoshop va a quedar de lujo asiatico.

Todos estos tios/as tan afiladitos/as, con este tufillo a montaraces deben de ser los habituales en este tipo de carreras. Solo 199 valientes y yo mismo, nos apostamos en la salida.

Valoro en silencio la oportunidad de estrenar mi camelback con 1,5 litros de agua. Miro al cielo y considero que el calor que nos espera justifica el peso que llevaré.

La salida nos sorprende enfilandonos sobre una loma con una pendiente de casi el 100%, así en frio.

Para un muchacho de la pradera como yo, esto acojona, pero bien. Mas de 1 km caminando mientras echabamos el bofe, y yo, lo confieso, pensando si no estaría desaprovechando una inmejorable oportunidad de darme la vuelta.

No abre la boca ni Dios. Esto ya me dice que no tiene nada que ver con una carrerita normal en asfalto.

El lugar esta fabulosamente elegido para hacer una excursion campestre. La loma, una vez que culminamos el alto de la Najarra, da paso a la cuerda de la montaña, que permite la vista de ambos valles a la vez, a la izquierda Madrid, y a la derecha Segovia. Nosotros siempre al oeste, quiza en busca de terrenos que colonizar, pero no en busca del agua, que la organizacion ha limitado a dos avituallamientos demasiado cercanos a salida y meta, dejando unos 15 km aproximadamente sin ningun tipo de apoyo, aunque esto ya lo sabiamos.

La gente, camina en las cuestas arriba y yo les imito. Rechazo el liquido en el primer puesto, pues llevo mi camelback e intuyo que a mas de uno le va a venir bien. Ademas pienso que subir el agua hasta aqui, les ha debido de costar un triunfo, y en estos momentos me parece un bien demasiado escaso y preciado para abusar de él.

A partir del km 5, medito que en lugar de sufrir, he venido a disfrutar y así lo hago. Me paro a hacer fotos, compruebo la ruta en mi Garmin (tengo que hablar mas de esto, es la bomba), grabo algun video y pienso en la cervecita que me voy a tomar despues.

 

Cuando en el video digo "a este lado Segovia", en realidad es Madrid, Segovia es hacia la derecha, debío de ser la falta de oxigeno.

 

Las bajadas, son demasiado técnicas para mí y me preocupo fundamentalmente de no lesionarme. Saltar de piedra en piedra machaca mis tobillos. He de decir, que he tenido varios esguinces que los han dejado como de goma, por lo que si bien, me los tuerzo con facilidad, no suelo hacerme daño y no llegan nunca a "crujir", incluso puedo hacer a voluntad un chasquido con el derecho que hace las delicias de las sobrinas de Encarni ...."Miguel, Miguel, haz clic, haz clic,...." 

En todo caso, hago todo el recorrido y al llegar al alto de Guarramillas o Bola del mundo, me paro a charlar con los del control y me tomo un par de vasos de agua, pues la camelback estaba en negativo. Enfilo la pista y descubro casi un cuarto de hora despues que me he equivocado de camino y la gente baja directamente campo a traves en bajada suicida. He hecho al menos 1-1,5 km de más y me daría la risa, si no fuese por que el forerunner marca 23 km y aun me queda la bajada hasta el albergue de Peñalara para llegar.

Por fin, llego a la meta en 3:12 y entro junto con Ron, que dirigido por Cameo, corre a mi lado tan feliz.

 

La jornada termina bajo la hospitalidad de estos Serranos, que nos invitan a comer y a ver la carrera de Alonso. Gracias por todo, sereis debidamente correspondidos.