Que las olimpiadas han marcado mi verano, es un hecho. Horas y horas de disfrute delante de la tele (que por cierto, compré hace un cuatrienio, exclusivamente para ver las anteriores) harán que recuerde este veranillo como el mas deportivo de las ultimas décadas.
Desde luego he disfrutado como un enano viendo a los atletas correr, saltar, ganar, sufrir, disfrutar y hacernos gozar.
El culmen ha sido la noche del maratón, viendo al keniata Wanjiru, correr endiabladamente deprisa para rondar los 2:06 y hundir a sus rivales a partir del 35 con un tirón que me hizo jadear y notar la falta de aire desde mi sofá. Los que hemos sufrido en un maratón, lo entendemos, aunque eso sí, metiendo tres o cuatro minutos mas por kilómetro.
Desde aquí quiero felicitar a los que no ganaron, a los cuartos, a los quintos, a los duodécimos, y a los últimos, españoles, croatas, bengalíes y azerbayaianos (o azeríes, que dicen que es lo correcto). Todos ellos afortunados protagonistas de un evento que luce con luz propia.
Me entristecí al ver a un participante decir que ser quinto es una basura y que de cuarto para atrás nadie se acuerda. Supongo que acostumbrado a ganar, a estar arriba, ser quinto es una deshonra, pero claro, para los que acostumbramos a llegar al final del peloton de cola, y consideramos una suerte simplemente verlos por television, haber estado presente hubiera sido un sueño, y participar de alguna manera, una utopía.
En todo caso, respondo desde aquí a mayayo que no ha mucho, nos invitaba a dar nuestras razones para que Madrid 2016 fuese una realidad. Confieso desde aqui, mi reticencia como contribuyente,.....mi oposicion como ciudadano....pero como personita, como corredor aficionadillo.......
la hostia, la hostia,....
MADRID 2016
POR TUS MUERTOS.¡¡¡¡¡¡