Tengo menos ganas de correr que de tirarme por la ventana, y ya es decir.
No se si es el calor o lo lejano que me queda cualquier competicion en ciernes, pero estoy como sin piernas (basicamente por los laterales, pedazo de retorcidos degenerados).
Ahora, Ron y yo vamos por las mañanas al cerro, a desfogar las ansias campesinas de ambos y la presion de su vejiga, fundamentalmente.
Los verdes que nos animaban hace apenas dos semanas, se han tornado amarillos y tengo que estar pendiente de que no se le metan espigas entre los dedos y conejos entre los dientes, que ambas costumbres tiene mi cánido, y ambos elementos del atrezo del cerro de los Angeles estan muy presentes.
Para mas inri, estamos en fiestas en este nuestro pueblo, lo que hace que tengamos la cabeza en las batuecas que decia mi abuela, sabia como abuela que era. En estas he encontrado esta ilustración que hice...creo que por el año 1987 o1988

Es el boceto de un cartel que hicimos para las fiestas del barrio el que hoy es mi socio y yo. Quedamos segundos, pero no recuerdo que hubiese premio...
Lo pongo aquí por que me ha hecho recordar en lo que yo tenia la cabeza en aquella epoca y de donde me venían las musas. Veis algun atisbo de deporte?
Debo aclarar que las medidas de mi imaginaria musa eran 110-80-90, pero mi socio me hizo reducirlas a 85-80-90.
Todo lo que queria recorrer, podia rodearlo con los brazos, lo que ahora esta al alcance de mis piernas, entonces no lo estaba de mis manos, donde entonces veia medidas curvilíneas ahora veo cronómetros, ritmos por km, series...parece que Euclides se ha aliado contra mí y los numeros no me cuadran, no me cuadran.
Y la musa...la musa me lleva dos vueltas de ventaja.