Cuales son las razones que uno puede buscarse para correr un maraton, es una cuestion a la que no soy capaz de responder.
La unica autoridad medica que conozco, me dijo en una ocasion que
si al maratoniano le hacemos un analisis en las 24 horas siguientes a la carrera, probablemente lo ingresariamos de inmediato
Esto tendria mucho sentido, si no fuese por que el mismo que me lo dijo ya ha corrido cuatro maratones en Madrid y probablemente sueña con hacerlo algun día allende nuestras fronteras e incluso nuestros mares. ¿No es así, Nico?
Para mi, el correr empezó aproximadamente cuando tenía unos 12 o 13 años, y un amigo al que llamabamos Chapi, se empeño en que las mañanas de verano durante nuestras vacaciones, madrugasemos para ir a correr.
No se si lo hacia para mantenerse delgado preparandose para los tremebundos bocatas de morcilla frita que se apretaba despues o solo por martirizarme, pero lo cierto es que desde entonces, yo he utilizado el correr como forma de salir a que me de el aire.
Por dentro y por fuera. Los que correis ya sabeis a que me refiero.
Mas tarde, allá por los 18, tuve un año en el que me mantuve con dos asignaturas nada mas, pues el primer curso universitario era selectivo y habia que pasar "limpio". Eso me hacia desplazarme a la universitaria cada dia con una enclenque carpeta y una bolsa para mis zapatillas, un calzon corto y una camiseta y enfrascarme en vueltas y vueltas alrededor de parque del oeste, colegios mayores e incluso casa de campo. Por aquel entonces, fumaba. Pero tambien por aquel entonces tenia 20 años. Ayy..

Aproximadamente en la misma fecha, llego a mis manos este libro escrito por el Dr. George Sheehan, doctor en medicina, record de su edad (50 años) de los 1600 metros y redactor sobre medicina deportiva en Runner's World, Physician and Sport Medicine y otras publicaciones deportivas. Nacio en 1918 y su biografia según el libro termina en 1974, por lo que no se si esta vivo a dia de hoy, aunque seguro que varios de sus ¡¡12 hijos!!, si que lo estan.
Reproduzco aqui algunos parrafos suyos:
No existe el ser humano-afirma Loren Eiseley- sino solo seres humanos. Cada uno de nosotros, lleva una vida impredecible para los demás y desgraciadamente, tan oculta y disimulada para uno mismo como para un observador. Estamos constantemente intentando averiguar en qué consiste la vida y como vivirla. Este descubrimiento implica correr riesgos, aceptar desafíos, llegar hasta el límite último de nuestras capacidades. No hay otra forma de hacerlo. Poemos elegir el momento y la cantidad de la apuesta, pero siempre tendremos que encontrar nuestro juego y jugarlo.
El mío es el maratón, Representa para mí el desafío último y definitivo, Corriendolo alcanzo el límite máximo de lo que mi mente, mi corazon y mi cuerpo puede dar de sí. Es para mi lo mismo que la desnuda cara de una montaña para un escalador o que los agítados rápidos para uno que monta en canoa.(....)
(...) y tras la prueba viene esa calma maravillosa que sucede al final de un maratón, de la escalada de una montaña o del descenso de unos rapidos, y con esa calma la verdadera recompensa: Las cosas amables y sentimentales que es uno capaz de realizar- según afirma Dickey- debido precisamente a las extradiornariamente brutales y penosas que ha sido capaz de soportar al afrontar el riesgo.
En ese estado de calma me convierto en el hombre que me gustaria ser...y que quiza soy.
Tiene muchos otros parrafos deliciosos, con abundante mencion a la escatología propia del correr, callos, uñas negras que se caen solas, eructos al viento por esos campos de Dios, pero lecturas como esta, han hecho que durante años viese la carrera de Filipides como un reto personal y una meta a alcanzar.
Si he de ser franco, pensaba dejar esta meta para años venideros, pero mentiria si me callase que este es el año de mejor forma fisica y en el que mas he entrenado. Casi cuatrocientos kilometros desde enero mas los del año pasado que no los he contado, dos medias maratones, varios 10.000, sesiones de gimnasio y pesas.
O es este año o no es. Asi que si las lesiones no me lo impiden...
MAPOMA 2007. Entraré por tu arco este año.