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jueves, 29 de marzo de 2012

DEPENDENCIA


No es cierto. Correr no engancha. No tiene ningún tipo de adicción ni de contraindicación. ¿Acaso el hecho de que genere y aumente las endorfinas y la sensación de bienestar, obliga a que si no corres estés cabreado y tengas esa sensación de niño el domingo por la noche con los deberes del lunes sin hacer?. Nones.

Claro que no respondo a mis allegados de mala manera cuando no he salido a correr. Por supuesto que no suelto un rugido si  ocupan mi sitio en el sofa. Evidentemente que no me recorre un latigazo de rencor cuando veo las zapas sin uso.
¿Por quién me habéis tomado?
¿Acaso es el runner un drogadicto de las agujetas, un enganchado endorfínico, un dependiente del trote, un esclavo del sudor?
¿Pero que os creeís?
¿Qué no puedo estar tres días seguidos sin salir a correr, a estirar, a ver el mundo desde una  razonable velocidad de hasta 5 minutos por kilometro?
¿No os parece que os estáis  pasando?
Mierda.
Me voy a correr.