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lunes, 31 de octubre de 2011

VOLVER A EMPEZAR

Asics Radience
Este blog, nacio, a la muerte de aquel otro para convertirse en una especie de diario donde hablar de mis entrenamientos,de mis carreras, de mis pequeños logros atleticos y murió tras algunos bandazos, allá por el año 2008, casí coincidiendo con un maraton en el que sufrí más de lo que se debe, por no estar convenientemente preparado.
Este año, mi cuerpo y mi mente, están más por correr, pedalear y nadar, que por cualquier otra cosa, y parece el momento propicio para acometer aquello que me prometí hace casi cuatro años. Volver a correr Mapoma, pero sin sufrir tanto.
El entrenamiento, es básico. Yo lo sé. Sin embargo no siempre tiene uno las ganas, la concentracion y sobre todo la continuidad necesaria. Pero este año, esta siendo muy bueno en ese sentido, ademas, tras mi fatal experiencia en el triatlon, la diversidad de entrenamientos que estoy acometiendo me lleva a estar mejor que nunca y rehuyendo las lesiones al no centrarlo todo en el correr y en esos infinitos golpes de tobillo y rodilla que supone y que nos llevan a la enfermería mas veces de las que deseariamos.
Por ello, y por que las mizuno con control de pronacion, me estaban matando (no entiendo como esta marca, puntera en material de running, coloca una pieza tan extremadamente rigida y tan puntual que se clava en la planta en cada golpe), he adquirido unas Asics Radience, que espero que sean las que me acompañen en el Maraton de Madrid 2012 al que ya me he inscrito.
Esta semana esta siendo muy buena, ha habido rodaje de 10 km, 60 km en bici de carretera y natacion supermineralizante, ayer sesion de calidad con cuestas rapidas y hoy descanso para meterme mañana otros 50 km en bici. Despues de esto, un  par de rodajes suaves y el domingo los 10 Km Villa de Getafe, en los que me probaré para comprobar que lo del CSIC no fue un espejismo pasajero y que mis piernas conservan su forma.
Si todo va bien, en diciembre haremos los 10 Km de Aranjuez y según estemos planificaremos las medias maratones pertinentes para hacer entre 3 a 4 antes de Abril, aunque casí seguro que caigan las de Getafe, Latina, Madrid y quizá Fuenlabrada,  ademas de algun que otro 10.000, las dos leguas de Leganes, etc.
En fin, ya veremos. Por el momento, el blog, puede que vuelva a lo que fue.
Quizás yo tambien.

lunes, 24 de octubre de 2011

VERTIGO

Acercarme al borde, ha sido desde pequeño, motivo de intranquilidad, de angustia, de ahogo, por eso, siempre con un ojo en el vacio y los dos pies en tierra firme me mantengo a cierta distancia de los riesgos, pero sin perderlos nunca de vista...por si acaso y por que es ahí donde se vislumbran los mejores paisajes.
Ahora, cuando pensé que la cuarentena me iba a dotar de esa base firme y tranquila que me hiciese mirar al futuro con el saber del pasado, noto que mis pies se acercan más y mas a ese limite, a ese borde, y que el vacio, es mas tangible, más cercano que nunca.
Lo noto en mi alrededor, en la gente, en las miradas, en lo que no queremos ver. En este aferrarse a lo que hemos sido, una y otra vez, ciegos y pertinaces. Y aún más ciegos.
Quiza por eso, ahora, vuelvo a correr.
Quiza por que intento hacer un pespunte al pasado que me mantenga unido a él, a los años buenos, a mejores epocas, echando incluso un garfio a tiempos aun más pretéritos, que si no fueron mejores, si son al menos conocidos y que me mantienen de alguna manera unido a esa cornisa de la que tengo miedo de caer, aunque sé que tengo que saltar. No puedo sino saltar.
Pero mientras llega ese momento, pienso en series, en cuestas, en fartlek y en carreras.
Hoy me he inscrito, junto con mi Santa y Melisa a los 10 Km de Aranjuez, aquella carrera donde empecé a participar en carreras populares y que este año, quiero correr bien, quiero correr compitiendo, a diferencia de lo que he hecho hasta ahora. No es momento de competir en otros sectores de la vida, pero sí que me apetece hacerlo contra el crono, contra uno mismo.
Suena Springsteen y su Born to Run en mis oidos y pienso en correr, en aumentar los entrenamientos de calidad, pienso en otras cosas, pero tienen que ver con malos momentos, con crisis, con miedos y con esas otras cargas que uno se quita al ponerse las zapas, con esas otras cosas que pesan menos tras la ducha reconfortante, que se aligeran al salir de la piscina con los hombros tensos y los brazos hinchados, que se hacen livianas al bajarte de la bici y comprabar que el cuentakilometros dice que has corrido mucho y bien. Por eso, hoy, necesito quitarme los vaqueros y ponerme algo supermegadry, algo de un tejido tecnologico que me disfrace de atleta y me ayude a cargar con esas otras cosas. Esas cosas que me dan vertigo.

domingo, 16 de octubre de 2011

NADAR EN LA CASTELLANA

Tras la desilusion del ultimo domingo, esta semana ha sido de reciclaje mental y hoy era el día de reencontrarme de nuevo con las carreras, con el crono y con las buenas sensaciones. Así lo presagiaba el alto grado de concentracion que he tenido desde el domingo hasta ayer mismo.
Madrugon para sacar a Ron y Valentina, desayuno casero y en busca de una marca cercana a los 5`/km, previendo hacerlos un poco por encima.
Estrategia, regular en las cuestas abajo y conservar el ritmo en torno a cinco en las numerosas y continuadas cuestas arribas de este perfil que ya conocía y que sabia que tenía cuesta arriba continua desde los 3 hasta los 7, con algun repecho largo del 7 al 10.
Desde que he salido, desde antes incluso, he estado completamente concentrado en mí mismo y en mi ritmo, en el ritmo de carrera que tenia que llevar. Paso por la alfombra de salida, cuatro años despues de la ultima vez y hago el primer kilometro adelantando gente por el tapon inmenso que se ha formado y que me ha hecho perder algunos segundos.
De ahí en adelante, y hasta el 6 mantengo el crono siempre bajando de los 5´/km, y pensando en todo momento en mi retirada del domingo pasado. Mientras los otros 8000 participantes corrían, servidor daba brazadas estilo crol como un campeon mientras bajaba por Serrano y enfilaba la Castellana arriba. Os aseguro que ha sido glorioso, he dado vuelta a las boyas, he llegado al embarcadero y he vuelto a lanzarme al agua para enfilar esa segunda vuelta que nunca hice, ya con la seguridad de llegar a buen puerto (y nunca mejor dicho), todo ello en mi cabeza, claro está.
Enfilo la cuesta de Alberto Alcocer. Hace cuatro años, se me hizo un mundo. Hoy la he subido con las piernas fortisimas, aqui creo que se nota la bicicleta que he metido en el ultimo mes y las sesiones de cuestas y series, y aunque llevo las pulsaciones altas, las mantengo muy bien, igual que el ritmo, que aun en las cuestas arriba se mantiene por debajo de los 5'/km, o levemente por encima en los peores momentos.
A partir del km 8 me lanzo estirando la zancada y me aseguro de que el crono va a estar por debajo de los 50 minutos. Llego con mucha fuerza y muy fresco entrando en meta acelerando según mi forerunner en 48:45. Acojonante.
Hasta que he llegado a casa creí que era mi mejor marca personal, pero revisando he visto que tengo un 46:47 en la intercampus del 2007, y que la de hoy era en realidad mi segunda mejor marca en un 10.000, aunque esta vez con un perfil mucho mas ondulado y a unas alturas muy tempranas de la temporada, puesto que la intercampus es alrededor de febrero, toda cuesta abajo y la hice con mucho kilometraje acumulado aquel año de cara a mi preparacion del maraton de abril.
Por tanto, se puede decir que estoy en mejor forma que en aquel glorioso 2007, y a comienzo de la temporada. Si las lesiones respetan y puedo entrenar debidamente, creo que puedo llegar a estar en unos cronos muy decentes para tener 42 primaveras.
Mentalmente me hacia falta lo de hoy. Ha sido refrescante y supermineralizante. Y me deja con unas ganas de entrenar y de mejorar, que no he tenido nunca.
La primera carrera de esta etapa adulta a la que me inscribí, fue un CSIC en el 2006 creo recordar. Amanecio lloviendo a mares y me quede en casa. Hoy, ha sido como volver atras en la maquina del tiempo para poder realizar un comienzo como uno desea. Que siga así.

miércoles, 12 de octubre de 2011

EL CASTIGO

Las cosas han cambiado.
Han pasado cuatro años desde que deje de correr y solo tres meses desde que lo retomé.
Los motivos por lo que lo deje, están llegando a su fin. Concluiran si todo sale bien en el mes de marzo y tendré un bonito papel para colgar en algun hueco de alguna pared. Por el momento no sé si servirá para algo más.
Para marzo, tambien, se auguran nuevas incertidumbres en mi vida, nuevos retos. Quiza el de sobrevivir de otras maneras, diferentes a las que me han servido hasta ahora.
Pero todo eso, ahora mismo no me importa. He de reconocer que quiero entrenar, que deseo mejorar y que sobretodas las cosas, quiero quitarme la espina del domingo pasado. Este es un post de sinceridades, no un ejercicio retórico como suele ser en otras ocasiones.
Ahora mas que nunca, quiero volver a ese momento de pataleos en el agua para serenar la respiracion, colocar el cuerpo horizontal, meter la cabeza y soltar aire dentro de esa masa verde, sacarla y respirar, brazo derecho, cabeza abajo, sopla, brazo, sacar cabeza, brazo, coger aire, meter cabeza, echar aire, brazo. Todo lo que no hice el domingo y lo que he repetido hasta la saciedad las ultimas noches de insomnio, incluso esta mañana más allá del camino del cementerio, donde nadie me veia, mientras corría he levantado los brazos y he nadado en el aire, allá por el kilometro cuatro de mi entrenamiento de hoy.
He pasado todo el día cabreado. Creo que es mi cuarto día cabreado, y los que tengo alrededor lo notan, incluso Ron y Valentina.
Mañana voy a nadar a la piscina. Sé que no tiene nada que ver, pero tengo ganas. Tengo la sensacion de que no voy a saber nadar, aunque sé de sobra, que lo haré, y os juro que tengo mas deseos que nunca de hacerlo.
He pensado en hacer un curso de correccion de errores para nadadores en aguas abiertas. Estas dos ultimas palabras me dan pavor. La primera vez que ví el mar, a mis diecinueve, me las ví y me las desee para salir debido a una resaca en el Cantabrico. Pocos minutos despues, un helicoptero tuvo que rescatar a alguien que se alejo más que yo. Años despues, ya con treinta, tuve una mala experiencia, tambien en el Cantabrico. Tres amigos por poco no salimos. Salí como pude despues de que un socorrista sacasé a la compañera que estaba a mi lado. Desde entonces nos llamamos jocosamente "los supervivi"
Estos días he recordado aquellas dos anecdotas, por que quiza, han tenido que ver en mi angustia del domingo, no lo sé. En todo caso, aprendí en mi segunda situacion de peligro en el mar, que se sale minimizando en esfuerzo y aprovechando la corriente en lugar de enfrentarte a ella, controlando los nervios y nadando continuadamente. El domingo no hice nada de esto.
Y como el domingo no lo hice, he de purgar amigos. Mi castigo, lo he comprendido al fin, va a ser pasar un año de desazon, buscando el momento de demostrarme a mí mismo que soy capaz de hacerlo, sin oportunidad de que se produzca antes de que el verano regrese, condenado a un otoño amargo, un invierno largo y una primavera esperanzadora, haciendo kilometros, rodajes y nadando como ...como sea capaz de aprender en todo este tiempo, para mejorar y para no limitarme a dar vueltas en una piscina que me sé de memoria.
Así sea.

lunes, 10 de octubre de 2011

FRACASO ABSOLUTO

De todas las cronicas que he hecho de mis carreras y de mis incursiones en otros mundos que no son los mios, esta es sin duda la mas amarga de todas y la que me ha dejado un peor sabor de boca.
Recuerdo con angustia los peores kilometros de aquel maraton de Madrid del 2008, en el que solo a fuerza de voluntad recorri los ultimos 21 km como pude para llegar a la meta y aun no sé como vencí una y otra vez el deseo de mi cuerpo de abandonar. No creí que volviese a tener una mala sensacion deportiva similar, pero desde luego ayer, vívi una situacion, que me supero con creces.
Tras los preparativos y una sorprendente falta de nervios, me dispongo a dejar la bici en el box, las zapatillas de bici, las de correr, el dorsal,...todo en su sitio, tengo el orden de los movimientos memorizado y vamos para el agua.

Desde que tenía 21 años, una hernia discal me obligo a nadar sin medida. Un día hice 10 largos de manera autodidacta, otro 20, sin darme cuenta hice 100 y despues estaba una hora en la piscina, viendo aquellas interminables baldosas blancas y azules. Los movimientos de natacion los he repetido mil y una veces, no pensaba de ninguna manera estrellarme en este sector, que todos dicen que es el que mas cuesta.

Error. Dan la salida. Yo, que he decidido esperar a que la gente salte, me tambaleo en el pantalan flotante, como consecuencia del impulso de los demas, y dos segundos despues me tiro al agua, mirandome el ombligo como me habian dicho para evitar que se me movieran las gafas. Bien, no se me han movido, puedo empezar a nadar, sin embargo, la temperatura del agua, bastante mas fria de lo que esperaba, me da como un mazazo en los biceps y los cuadriceps. No consigo meter la cabeza en el agua y soltar el aire con fluidez, es mas casi no recuerdo ni haberlo intentado, de repente y a pesar de mis muchas horas de piscina a lo largo de mi vida, mi cabeza quiere salir y nado unas decenas de metros con la cabeza por fuera, con un sobreesfuerzo estupido por mi parte, sin capacidad paraconcentrarme en el movimiento aprendido durante años. Las boyas se me antojan patibulos y de repente me doy cuenta de que no meto aire en los pulmones. Trago un poco de agua. Dos brazadas. Nuevo trago. Los brazos se me entumecen, no puedo levantar el brazo derecho y el izquierdo se mueve estupidamente dentro del agua. A partir de ahí solo recuerdo, volver la cabeza y levantar el brazo buscando la barca.

Los bomberos me llevan a la orilla y recorro el pantalan en direccion inversa. Al llegar al borde uno de los oficiales me arranca el chip del tobillo como se hace con los oficiales degradados y sus corrompidos galones. La vergüenza.

Como en casa, tras el recorrido infame del vencido, cojo la bici y me voy. Llego a San Martin de la Vega, 16 km. Vuelvo 32, Me vuelvo a San Martin y vuelvo a Perales. 64 km, bebo medio litro de isotonico y me cambio de camiseta y pantalon en el coche y me pongo a correr, no quiero parar pero a los 4 km me doy cuenta de que estoy haciendo una estupidez, que me va a pasar factura y que si sigo no podre entrenar en una semana o aun peor me lesionare.
Me ducho con agua fria. Es solo por sentir el frio de nuevo, quiero saber que puedo soportarlo, aun no entiendo lo que me ha pasado. Lo hubiese entendido en el mar, hubiese sido previsible incluso, pero no aqui.
Solo puedo decir, que no me voy a quedar así, que en unos meses, cuando la temporada de triatlones vuelva, yo haré mi primer triatlon, aún no sé como, ni cuando, ni como entrenar esa parte de mí que ha fallado, pero que entre largos de piscina, kilometros de asfalto y rodajes en bicicleta descubriré defectuosa y corregire.